Cualquiera que haya trabajado con un caballo joven sabe lo fina que es la línea entre el entusiasmo y el miedo. Barry White, un caballo castrado de seis años con un corazón de oro, es el mejor ejemplo de ello.
Aunque es un caballo dócil por naturaleza, durante mucho tiempo tuvo grandes dificultades para controlar sus emociones.
Pánico en los momentos más inesperados, dificultad para concentrarse, tensión muscular y entrenamientos que terminaban en frustración más que en satisfacción.

Barry White • 6 años • Caballo castrado • Mezcla de Wielkopolski

Barry está conmigo desde mi cumpleaños número 18. Lo compré cuando era joven y casi sin domar.
Es un caballo con un corazón de oro, pero hasta hace poco tuvimos muchos problemas.
Su mayor problema era el pánico.
Es un verdadero osito de peluche, incluso con niños, pero cuando se le pedía compromiso o concentración, entraba en “modo rebelde”. A veces era literalmente una lucha por sobrevivir entre él y yo.

Los comienzos fueron duros. Muchas veces volvía del trabajo llorando por la impotencia.
Invadía mi espacio personal, no respetaba los límites, a pesar de muchos ejercicios, horas de entrenamiento y masajes relajantes.
Se asustaba de todo, incluso de un coche que pasaba cerca.
Es un caballo sano, sin enfermedades, pero con serias dificultades para concentrarse. Se asustaba fácilmente y no se podía montar con seguridad.

Después de domarlo trabajamos bastante, pero vino un descanso.
Al volver a trabajar, los mismos problemas reaparecieron: sustos, hiperactividad, miedo en los ojos, desconcentración.

Probamos suplementos de hierbas – sin éxito.
Hasta que por casualidad encontré Hempqualizer y su producto Hempqualizer+. Las opiniones positivas me devolvieron la esperanza.
Me sorprendió la baja dosis necesaria para ver resultados.
Decidí probarlo como último recurso. Pedí el producto, acordé la dosis con el fabricante y empezamos el tratamiento. (Por cierto, ¡la atención al cliente fue excelente!)

Las primeras semanas no vi muchos cambios y pensé que sería otro fracaso.
Pero al cabo de un mes, Barry empezó a mostrar comportamientos más tranquilos. Se notaba en sus ojos y en su actitud: relajación, calma.
Ya no le asustan los ruidos repentinos en el bosque, trabajamos con la cuerda sin tensiones musculares (algo que antes ni siquiera con fisioterapia se podía solucionar).
Yo también me siento más segura y valiente montando.

Ahora trabajar con él es un verdadero placer.
Actualmente uso Hempqualizer+ con menos frecuencia, pero sigue funcionando perfectamente.
A quienes aún dudan en probarlo – ¡lo recomiendo de corazón! ¡Vale la pena! :)